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Tiempo para mamá

Sufro de blogueo hedonista

Hay quienes dicen que actualmente está de moda ser mamá o papá blogger. Lo que yo pienso es que simplemente quienes crecimos rodeados de tecnología en nuestra juventud y con pleno conocimiento de la existencia de los blogs ya nos estamos convirtiendo en madres y padres y es por eso que lo que reflejamos en el mundo virtual. ¿No son acaso las redes sociales y los blogs una extensión de nuestra vida real?

Una de las cosas que más me gusta de la blogosfera maternal es la cantidad enorme de blogs que existen. Son tantos que hay para todos los gustos y con distintos tipos de contenido: cursi, humor, geek, realista, romántico, cultural, educativo, informativo, personal, para padres solteros, familias compuestas, gemelos, trillizos, padres separados, en fin.

He sido bloguera desde hace más de doce años, cuando aún ni siquiera existía Twitter o Facebook. Empecé a los 16 años con un simple blog en uJournal y luego uno en inglés en LiveJournal donde escribía las locuras de mi adolescencia, y poco a poco fui evolucionando, pasando por Blogger cuando estaba estudiando la universidad, hasta llegar a WordPress, donde actualmente sigo blogueando.

Siempre he blogueado por mero placer, disfruto mucho sentarme a escribir, una característica que tenemos en común quienes somos fanáticos de la lectura. Creo que el ser lectores de alguna manera nos hace ser un poco más soñadores e idealistas, y quizás sea por eso que nos da por escribir. Queremos plasmar y embellecer a través de la palabra escrita las cosas que nos importan o significan algo en nuestras vidas.

Cuando descubrí que estaba embarazada, supe inmediatamente que debía abrirme un blog nuevo para esa próxima etapa en mi vida. Apenas supe que la prueba había dado positivo escribí el primer post hace ya dos años y así un 17 de octubre del 2013, nace oficialmente Una mamá millennial. Mi blog, sin diseño ni nada especial pese a ser diseñadora gráfica, sería simplemente para reflexiones y anécdotas personales y si a alguien le gustaba, era bienvenido. Con el tiempo, el trabajo y el nacimiento de Little Monster, fui dejándolo poco a poco y cada vez era menos frecuente ver una entrada nueva en él. Incluso pensé en dejarlo por la patria.

Pero entonces renuncié a mi trabajo hace 7 meses y al no estar todo el día con mi mente ocupada en pendientes laborales además de los correspondientes pensamientos maternos, me empezó a hacer otra vez la cosquillita de la escritura. Y así fue como retomé lo del blog. Le hice un logo, un slogan, una fanpage en Facebook, un Instagram, tomé mi Twitter personal y lo convertí en el Twitter del blog, y finalmente puse manos a la obra.

Mi intención nunca ha sido ser famosa ni vivir del blog, además que no me parecen motivos auténticos para ser bloguera. Soy una persona muy tímida y difícilmente me sacan una palabra en la vida real, así que ni pensar en tener los mil seguidores y que alguna agencia te eche el ojo para participar en algún programa en vivo o lo que sea. Yo escribo porque quiero y porque es uno de mis placeres, además de leer, comer y dormir. Para mí los cuatro son igual de importantes. Unos alimentan el cuerpo, otros alimentan el espíritu.

Pero por alguna razón, ya con el blog andando bonito y todo el kit, se me ocurrió (o quizás hasta inconsciente lo hice, no lo sé, no lo he pensado a profundidad) que quería que mi blog fuera como algunos otros sitios de maternidad que son más de caracter informativo o educacional, por así decirles. Y empecé a escribir contenido que llamaré “útil”. Cómo hacer esto, Tips para aquello, 5 maneras de hacer eso, etcétera. Al principio fue divertido porque me informaba, hacía ejercicios para probar las cosas y tal, y mi contenido útil fue saliendo de manera fluida.

Pero de repente, o siendo más específica, en estas vacaciones de Semana Santa, llegó el punto en el que me sentí presionada/obligada a escribir contenido útil. Me encontraba a medio post y ya no me fluían las ideas más allá del segundo párrafo. Me ponía a anotar ideas para posts nuevos y me pasaba que pensaba que no iba a ser lo suficiente llamativo o interesante para gustar o ser compartido. Mi escritura por placer había pasado a ser escritura por obligación. Gran error.

Tengo desde el primero de este mes mi calendario de contenidos para abril y mayo llenos de ideas. Un post nuevo para cada lunes y viernes. Pero honestamente, me da flojera. Y no me refiero a flojera de escribir los posts, creo que sí tengo las habilidades para sacarlos sea como sea. Pero específicamente con el contenido útil, no siento ese placer que siento cuando escribo posts que me salen solitos. Si queremos ponermos un poco cursis, me atrevo a decir que es porque no me salen del corazón. Y si no me salen del corazón, no me divierten, ni me enriquecen y sobre todo, no alimentan mi espíritu.

Admito que la semana pasada lo pasé mal. Solo publiqué un post porque lo tenía guardado de hace tiempo pero no lo publicaba porque “era muy personal y no de contenido útil”. Pff, qué burra me sentí. Hasta pensé en dejar el blog. ¡A la fregada, total, para estresarme mejor me pongo a trabajar en serio! (Digo esto último sin ánimos de ofender a mis amigas blogueras que sus blogs sí son fuente de trabajo, mi mayor respeto y admiración para ustedes).

Y bueno, esto ya se está haciendo muy largo, así que voy a apresurarme a cerrar esto antes de que te decidas a dejar se seguir mi blog. El viernes entré a Twitter, estresada por no tener nada “útil” qué compartir, cuando me encuentro con un tweet de La Desmesurada (si no la conocen por favor síganla, a mí me encanta). Dicho tweet llevaba a un post donde da su opinión acerca de los comentarios en un blog. Y ahí descubrí la razón de mis angustias: soy bloguera hedonista, y sin darme cuenta estaba luchando por no serlo, planificando todo, pensando en qué puede gustar más a los demás y olvidándome completamente de mí.

Si bien es cierto que se siente bien que alguien le de Me gusta a la publicación de Facebook donde promocionas un post nuevo y darte cuenta que subes en el ranking de madresfera hasta los primeros 200 de los más de 3 mil blogs que hay registrados (eso me emocionó mucho, lo admito), definitivamente no se compara con recibir un comentario en tu blog. Podría tener 50 mil seguidores en Facebook, pero estoy segura que no me dejarían la misma satisfacción que los comentarios en mi blog. Creo que como bloguera, de nada sirve tener tantos seguidores si solo 2 o 3 se animan a dejar un comentario. No digo que esté mal o no sea importante, es simplemente que para mí, siento más valor acerca de mis intentos torpes de compartir y ser escritora cuando alguien me deja un comentario, así sé que fui más allá de un qué divertido/muy interesante/me gusta, tanto para que te animaras a quitarte el anonimato y hacerte presente en mi blog.

Con esto no quiere decir que deje de escribir contenido útil, ¡me gusta hacerlo! Pero no me presionaré por dedicarme solo a eso. Yo blogueo porque quiero y porque me gusta. Blogueo principalmente para hacer comunidad, ser parte de una tribu donde comparta experiencias y poder tener esas amigas que también son madres, aunque sea del otro lado del mundo. Porque si alguien puede entender a una madre, es otra, esté donde esté.

Sufro de blogueo hedonista. Y me encanta.

 

Soy Lucy, diseñadora, editora y mamá millennial. Amo escribir y compartir reflexiones, experiencias y consejos que puedan ayudar a otras mamás. Creo que la maternidad debe tomarse con una taza de café, mucho sentido del humor y un toque de amor propio. Me apasiona hablar de autocuidado, ocio familiar, libros y salud mental

This article has 11 comments

  1. Vidas_pixeladas Carla

    A mi me gustan los posts personales, los post útiles están muy bien y ayudan claro, por eso son útiles xD pero hay millones de post similares, los que nacen del corazón, esos que son solo de algo que le ha pasado a una persona en concreto, o que producen esa cercanía con la bloglera que lees pero no conoces aunque forma parte de tu día a día, esos son originales, no hay dos iguales aunque cuenten cosas parecidas.

    • Lucy - Una mamá millennial

      ¡Exacto! Desde luego que no descarto ni se menosprecian los posts de contenido útil, pero como bien dices, incluso si se hable del mismo tema, no hay dos posts personales que sean iguales. ¡Gracias por comentar!

  2. Econaturista

    Como bloguera reciente es bien difícil saber que escribir para ganar lectores. Yo prefiero los posts personales y los posts de manualidades que preparo. Al igual que tu valoro grandemente mis poquitos seguidores que me comentan en mi blog. Esos son los que me motivan a seguir escribiendo y a mejorar mi página.

  3. La desmesurada

    Creo que a esa señora que mencionás la conozco… No hay que luchar contra el hedonismo y te cuento que mi blog es lo que llaman “profesional” (al menos en el sentido de que es una plataforma para compartir mi trabajo) y sigue siendo de lo más hedonista. Escribo lo que me sale del cuerpo porque es la única forma de escribir auténticamente. Felicitaciones por tu blog, por tus palabras y bienvenida a bloguear por que tenés ganas. Besos!

    • Lucy - Una mamá millennial

      Muchas gracias, me encanta leerte porque eres muy auténtica al escribir precisamente por ese hedonismo contra el que no podemos luchar y que nos domina, hay que disfrutarlo! Gracias por comentar, besos!

  4. Mamybebesaurios

    Creo que los Millennial somos blogueros por naturaleza, me siento muy identificada con lo que escribes y es que nuestros genes siempre han buscado el estar comunicados con los nuestros y ¿Qué más genial que un blog? Gracias por compartir tu experiencia Mamá Millennial ¡Besitos!

  5. mirari

    personalmente, prefiero leer blogs sobre “lifestyle”, esos blogs que hablan de 5 maneras de X o de Z me parecen pretenciosos, aunque a veces puedo encontrar utilidad en algunos posts sobre educaciôn, pero depende de cômo escriben, en fin, yo veo una diferencia entre quienes lo hacen de modo lûdico y quienes pretenden ensenyarnos cosas que seguro sabemos de hace mucho. dicho esto, a veces publico cosas interesantes que leo y que creo que puedan ser interesantes para otros, pero no tengo la llave de la educaciôn ideal y es por eso que lo dejo para otros.

    • Lucy - Una mamá millennial

      Tienes mucha razón, especialmente con lo que dices en el último párrafo, no somos expertas y seguramente hay quienes sí lo son y es mejor dejárselos a ellos.
      He estado pensando después de que escribí este post y creo que de alguna manera depende mucho de la cultura de cada país, por ejemplo, las primeras madres blogueras que conocí durante años eran europeas y todas escribían de su vida de una manera muy casual, tanto que de algún modo comienzas a sentirte parte de su vida o sus días y te identificas con ellas. En cambio, acá en México, la mayoría (o al menos las 20 o 30 que conozco porque no hay muchas) se enfocan en lo segundo: informar y educar, lo cual es muy respetable pero no me provoca lo mismo que aquellas primeras blogueras que conocí. En fin, son contrastes que noté que existían hasta ahora que me he dado cuenta de cómo me sentía y escribiendo este post. ¡Gracias por comentar Mirari!

  6. Daniela Jasso

    Justo eso me pasó cuando tenía el blog de Ser mamá joven. Le puse el nombre en un impulso, además para entonces era el primero con ese nombre. Después me aburrí, surgieron más me desesperé que no me representaba realmente el nombre ni el enfoque. Creo que el cambio me sentó bien y ahora me siento realmente feliz con mi blog.

    • unamamamillennial

      A mí me encanta el nombre de tu blog, siento que suena muy amigable y acogedor, se antoja entrar a ver qué hay dentro. Yo el nombre sí lo pensé mucho desde el principio, creo que era lo que más me estresaba jajaja los primeros 2 o 3 días le puse mi nombre “por mientras” en lo que pensaba uno que me gustara porque no quería detenerme de escribir solo por eso pero para el segundo post ya tenía el “Una mamá millennial” decidido.

      Respecto a los contenidos, creo que en cierto modo nos sentimos presionadas a escribir posts que puedan ser atemporales porque es lo que vemos en México, pero al menos en mi caso me he dado cuenta que las blogueras con las que más me siento identificada o más me gusta leer son las que comparten sus experiencias y opiniones personales. Además son los que me fluyen más rápido al momento de escribir.

      Gracias por comentar, ¡abrazo!

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