44 razones completamente racionales por las que mi hija de 3 años hizo berrinche hoy (vía babyology)
El siguiente es un artículo original de Jenna Gallina para Babyology, traducido por Una mamá millennial para que puedan disfrutarlo. Por favor si lo compartes, no olvides darnos crédito a ambas. ¡Gracias!
¿Tienes una adolescente de tres años en casa? Por favor, toma una silla, sírvete una copa de vino y disfruta estas razones completamente racionales por las que mi hija se volvió loca hoy. Sí… todas estas sucedieron en un periodo de 24 horas. Desearía poder estar inventando esto.
El pasatiempo favorito de mi hija estos días es gritarme. Hoy, en lugar de simplemente batallar con los berrinches y lágrimas diarios, decidí anotarlos. Cada vez que mi hija se quejaba, lloraba, gritaba, pateaba o se tiraba al piso con las piernas al aire, lo anotaba.
Mi hija descubrió 44 problemas por los que vale la pena llorar. Y casi la mitad de estos ocurrieron antes de las 9 a.m.
- Quería usar su camiseta de Elsa (que está en la ropa sucia).
- Se puso su ropa interior al revés.
- Puse el episodio incorrecto de Strawberry Shortcake.
- No tuve su desayuno listo lo suficientemente rápido.
- Ella no quería cereal. Quería avena.
- Le dí el plato equivocado para su avena. Ella queria el tazón en el que estaba el cereal que no se comió.
- Se le cayó avena en su rodilla.
- Ella quería la cuchara pequeña.
- Le dí la cobija amarilla en lugar de la cobija rosa.
- Ella quería usar su vestido de Elsa en lugar de su camiseta de Elsa.
- Hoy no es su cumpleaños.
- Su cinturón de seguridad se sentía raro.
- Su hermano la volteó a ver en el carro.
- El gato no la dejó que lo levantara por la cola.
- Ella no podía abrir la envoltura de su barrita de muesli.
- Le abrí demasiado la envoltura de su barrita de muesli.
- Su barrita de muesli se partió en dos.
- Mientras coloreaba, yo usé el color azul incorrecto para el vestido de Cenicienta.
- Me senté en su amigo imaginario.
- Se puso los zapatos en los pies equivocados.
- Se acabó Peppa Pig.
- Le corté su sandwich en triángulos.
- Le corté su segundo sandwich en cuadrados.
- No la dejé jugar en el carro.
- Le sugerí que tomáramos una siesta.
- Se le cayó su sombrero en la calle.
- No la dejé contestar el teléfono.
- Me senté en el lado incorrecto del sillón.
- Empezó a llover.
- Tuve que hacer la cena.
- Su hermano le habló.
- Se le cayó su agua.
- Usé la toalla roja para limpiarla. Debí haber usado la rosa.
- Tomé una ducha sin ella.
- Ayudé a su hermano a hacer su tarea.
- Perdió el zapato rosa de su muñeca.
- Le pedí que tomara un baño.
- Le pedí que saliera de bañarse.
- La toalla se sentía rasposa.
- Su hermano se puso la pijama más rápido que ella.
- Le di mal la vuelta a la hoja de su libro para dormir favorito.
- Se cayó su osito de la cama.
- No le hice cosquillas en el brazo como se debe.
- Bostecé.
La próxima vez que tu hijo tumbe la casa a gritos porque no cortaste su sandwich correctamente, sólo recuerda, hay todo un mundo de mamás y papás allá afuera, cortando las orillas de los sandwiches en forma de triángulo y silenciosamente maldiciendo a los cielos por esta difícil etapa de la paternidad.
Por favor, comparte las completamente ilógicas razones por las que tu hijo perdió la paciencia hoy para que yo pueda celebrar el hecho de que no estoy sola.
Y preparémonos para hacer todo esto de nuevo mañana. Porque incluso el peor de los berrinches puede ser borrado con un simple abrazo, un beso y un “te amo mami”.
Puedes leer el post original (en inglés) aquí.
Súper divertido!, pero muy realista jajaja