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Maternidad

Cómo cambia tu vida cuando te conviertes en madre

Convertirte en madre es definitivamente uno de los momentos más grandes, decisivos e inesperados en la vida de cualquier mujer. Grande porque es algo completamente nuevo y único, que no se compara con nada de lo que antes has experimentado. Decisivo porque marca el inicio de una nueva vida para ti, completamente diferente a la que conocías, donde se vienen muchas cosas sobre las cuales deberás tomar importantes decisiones. E inesperado, porque por más libros que te leas, por más consejos que te de la vecina, la prima, tu mamá, los cientos y cientos de revistas, blogs y demás de maternidad y bebés, nada, absolutamente nada, te prepara completamente para la aventura que estás a punto de iniciar.

Antes de ser mamá, yo tenía muchos temores; pensaba que era de cosa de valientes el convertirte en madre. Imagínate, que ahora una vida dependiera total y completamente de ti. ¿Cómo podría hacerlo, si a mis veintitantos aún no sabía ni siquiera lo que iba a desayunar al día siguiente? Me aterraba el hecho de tener semejante responsabilidad, aunque por supuesto que deseaba tener hijos. Es cierto que la vida antes de ser madre es quizás una menos estresante, no hay tantas preocupaciones, haces lo que quieres con tu tiempo y demás. Pero si algo he aprendido en este año y medio siendo madre de una niña muy amorosa, es que la naturaleza es muy sabia y a fin de cuentas, todo sale bien.

Además de los evidentes cambios en nuestro cuerpo, cuando somos mamás por primera vez, hay un gran cambio en nuestro cerebro, en nuestra mentalidad. Ahora cada acción, cada decisión e incluso cada palabra nuestra, termina afectando para bien o mal a nuestros hijos. Y aunque suene como algo complicado o difícil, creo que es una de las mejores cosas de ser mamá. Te ayuda a crecer como persona, a darte cuenta de capacidades que no creías tener y alimenta ese deseo interno de mejorar cada día.

Verdaderamente creo que tener hijos te ayuda a alcanzar otro nivel de madurez, uno diferente, en el que comienzas a ser realmente consciente de miles de cosas a las que antes no solías darle importancia: ¿Soy buena persona? ¿Qué ejemplo le estoy dando a mi hija? ¿Cómo educarla para que sea fuerte y segura? ¿Podrá algún día sentirse orgullosa de ser hija mía? ¿Cómo puedo hacer de este mundo un lugar mejor para ella?

Y así, paso a paso comienzas a recorrer ese largo y cambiante camino llamado vida, acompañada de la felicidad, las cosas buenas, las malas y todas esas experiencias que guardarás en tu corazón para siempre, hasta eventualmente convertirte –espero– en la mujer, madre y persona que siempre deseaste ser.

Este post fue una colaboración que escribí para el Blog People Like Us, de mi amiga Delia y su hermana Pili, donde comparten temas de moda, viajes, salud, belleza y DIY con un enfoque ético. Puedes leer el post original en inglés y español aquí.

Foto: Mamá en Shutterstock

Soy Lucy, diseñadora, editora y mamá millennial. Amo escribir y compartir reflexiones, experiencias y consejos que puedan ayudar a otras mamás. Creo que la maternidad debe tomarse con una taza de café, mucho sentido del humor y un toque de amor propio. Me apasiona hablar de autocuidado, ocio familiar, libros y salud mental

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