Un momento de relax para mamá
Este fin de semana, después de casi dos meses de haberlo recibido, por fin hice uso del certificado de regalo para un masaje en un spa que me regalaron en mi cumpleaños.
Siempre he sido amante de recibir masajes, ¿a quién no le gusta estar completamente relajado mientras te untan aceites con aromas relajantes en la espalda y te quitan todo el estrés acumulado? Aunque es algo que disfruto muchísimo, en promedio voy solo una vez al año a que me den uno.
Empezando por el hecho de que no estás en casa, no hay interrupciones ni distracciones, desde que llegas te vas adaptando al ambiente con la música que tienen de fondo en el spa y cuando pasas a recibir el masaje relajante el mood ya está puesto con un par de velas que son la única fuente de luz en la habitación.
Particularmente a este spa he ido en tres ocasiones, todas gracias a un certificado de regalo, y ahora que lo pienso quizás si no fuera por ellos jamás iría. De alguna manera me obligan a buscar un espacio de una o dos horas en un fin de semana para dejarme consentir, de lo contrario quizás ni recordaría que existen los spas, creo que son de las últimas cosas que pasan por mi mente de mamá bloguera.
Esta vez fui por un masaje con piedras calientes, el cual sólo conocía por fotos y que me llamaba mucho la atención, pero como les comento, nunca había hecho ni el intento de llamar para preguntar por él. Este tipo de masaje es una combinación del masaje relajante tradicional con la aplicación de piedras lisas calientes sobre la piel, lo que ayuda a relajar más los músculos debido al calor de las mismas.
Obviamente lo disfruté mucho, al fin descansé de la tensión que se me había acumulado en la espalda y hombros. Confieso que en las tres ocasiones que he asistido me he quedado dormida por algunos minutos o segundos. La primera vez que fui a ese lugar fue porque una amiga me regaló un certificado por una “Envoltura Perla” y la segunda un masaje con varas de bambú el año pasado.
Así que con motivo de las vacaciones quiero invitarte a ti, mamá, a que intentes regalarte dos horas para ti. Puede ser un masaje, un manicure o pedicure, incluso una escapada a un café tú sola con un libro o tomar una siesta de tres horas una tarde que papá o la abuela se haya llevado a tus hijos. No tengas miedo de pedir un rato para ti sola. A veces sólo un momento de relajación a solas es lo que necesitamos para sentirnos renovadas y llenas de energía.
Cuéntame, ¿qué hiciste o harás por ti en estas vacaciones?
Yo tengo pendiente un spa. Por ahora con Pistolero comiendo cada 2h … nada. Pero espero poder hacer la visita en unas semanas (o meses) en cuanto se acostumbre a la alimentación complementaria.
Disfruta
¡Gracias! Pronto tendrás tiempo para ir, saludos
Jaja que guay!! Yo el último fui por dolores musculares y de relajado fue poco porque era anticontracturante y joooo como dolía, por lo menos me alivio que es lo importante. Qué ganas de recibir uno así. Estoy totalmente de acuerdo con tu último párrafo, es necesario por nuestra salud mental también.
qué agradable suena ese masaje de piedras!!!