Metas mensuales: Propósitos que SÍ cumplirás
¿Cuántas veces no nos hemos fijado propósitos y a las pocas semanas o meses dejamos de cumplirlos? Creo que no conozco a ninguna persona que realmente haya podido mantener un propósito todo el año (o quizás las personas que conozco no son muy persistentes).
En realidad, el problema con los propósitos es que la mayoría de las veces nos los planteamos de una manera muy vaga, lo que hace más difícil que los cumplamos o llevemos a cabo. Decir cosas como “ponerme a dieta” o “hacer ejercicio” no indican con precisión cómo o cuándo los llevaremos a cabo.
Así que se me ocurrió una manera más efectiva de organizar tus propósitos para que realmente puedas cumplirlo: ponerles una fecha definida. El hecho de “agendar” el tiempo para hacerlos, ayudará a que sea más fácil cumplirlos sin morir en el intento.
Fíjate metas mensuales
Mi propuesta para cumplir tus propósitos este año (o cualquiera) es la siguiente: utiliza metas mensuales. Hacerlo de esta manera tiene dos ventajas grandes, la primera es que al definir un periodo de tiempo, te enfocas y dedicas únicamente a cumplir ese propósito; y la segunda, es que al fijarte una meta específica, es más fácil saber hacia dónde o hasta qué punto debes ir.
Si planeas una meta dentro de un periodo de tiempo, te será más fácil acostumbrarte poco a poco y de uno por uno a cumplir tus propósitos. Los cambios siempre son mejores y más duraderos cuando se hacen de manera gradual, así que al dedicar todo un mes a un solo propósito, te será más fácil integrarlo a tu vida y que al poco tiempo sea algo habitual.
Puedes por ejemplo, dedicar un mes a mejorar tu alimentación, haciendo planes semanales de comida y comprando la despensa que necesites. Después de hacerlo por tres o cuatro semanas, probablemente habrás agarrado una rutina y podrás comenzar a trabajar con el siguiente propósito.
¿Y si necesito más tiempo para trabajar en mis propósitos?
En caso de que un mes te parezca poco tiempo, puedes organizarlo de la manera que mejor se te acomode: bimestral, trimestral o incluso semestral. Si 12 propósitos demasiados, entonces ajustarlo en otros fragmentos de tiempo te servirá.
De igual manera, hay personas a las que solo les interesa tener uno o dos propósitos, así que lo que pueden hacer es dividir esos propósitos en etapas pequeñas, a las cuales les dediquen un mes.
Por ejemplo, si tu propósito del próximo año es cuidar mejor tu cuerpo, puedes hacer un listado de las actividades o pasos a seguir para realizarlo:
- Enero: Comenzar a tener una alimentación más balanceada que incluya todos los grupos alimenticios
- Febrero: Reducir mi consumo de azúcares
- Marzo: Eliminar las harinas de mi alimentación
- Abril: Beber más agua y menos bebidas preparadas o refrescos
- Mayo: Comenzar a ejercitarme moderadamente
- Junio: Inscribirme a un gimnasio o buscar un entrenador personal
Así, al final del año, habrás llegado al resultado que deseabas a través de esas metas mensuales. Muchas veces es más fácil tomar acción sobre algo cuando se empieza poco a poco, en lugar de querer hacer muchos cambios drásticos al mismo tiempo.
Creo que con este ejemplo te puedes dar una idea de cómo organizar uno o dos propósitos grandes a lo largo de un año, con pequeños pasos que te ayuden a verdaderamente lograr un cambio.
¿Cuáles son tus propósitos para el próximo año?
Foto: Mujer escribiendo en Shutterstock