¿Quién dijo que el yoga era fácil? (O por qué es importante dedicarnos tiempo a solas)
No exagero cuando digo que tengo 5 o 6 años con la intención de meterme a clases de yoga. Siempre ha llamado mi atención y me gustaría hacerlo parte de mi estilo de vida porque se complementa con la meditación, práctica que disfruto realizar de vez en cuando desde hace poco más de un año para no volverme loquita y soltarme matando gente.
Pero por alguna u otra razón no podía encontrar un lugar que me convenciera o que se adaptara a mis horarios, ubicación y presupuesto.