Tercer ultrasonido
Ayer fuimos con la doctora para el chequeo mensual, íbamos muy emocionados pues quizás ya podríamos ver si el bebé es niño o niña.
Al llegar a la cita la doctora primero me hizo las preguntas de rutina: ¿cómo te sientes, qué malestares tienes, has mejorado, todo normal?, para después proceder a la parte que siempre espero emocionada durante una consulta: el ultrasonido.
Al ver el tamaño del bebé volvimos a sacar cuentas y nos dimos cuenta que al parecer no tengo 17, sino 19 semanas de embarazo (honestamente NUNCA le he entendido a eso de las semanas, soy un desmadre, a mi que me digan en meses). Ya decía yo que era raro que tan pronto estuviera comenzando a notarse la pancita y pudiera sentir al bebé (la doctora me confirmó que esa sensación de burbujas moviéndose sí era él).
Cuando inició al ultrasonido el bebé estaba dormido, con su manita tan cerca de su cara que estaba a punto de chuparse el pulgar, lo único que veíamos moverse rápidamente era su corazón. Unos segundos después se despertó, quizás al sentir los movimientos del aparato de ultrasonido, y comenzó a dar vueltas y patadas. Al intentar ver si es niño o niña de repente el bebé se tapó con su mano, impidiéndonos ver qué era y después de un rato de reírme y que él se siguiera moviendo, decidió cerrar sus piernas y dar por terminado el show de ese día.
Supongo que será para la próxima consulta, ¡aunque ya me muero por saber qué es!