No tengo tiempo para mí como mamá
“Es que no tengo tiempo.”
Si eres mamá, seguro esta frase la has dicho en más de una ocasión. Y es que si algo nos hace falta a las mamás es el tiempo. Nuestra rutina nos mantiene corriendo de un lado para otro día con día, razón por la cual muchas parecemos estar eternamente agotadas y algunas incluso sufren del famoso burnout.
Hace unos días te hablaba acerca del tiempo para mamá y de cómo no debemos conformarnos con pocos minutos o pocas cosas y considerarlas como una ida al spa o mini vacaciones (ya sabes, esas idas al baño que duran unos minutos más de lo que necesitamos).
Quizás después de leer ese post pensaste lo mismo que muchas: ¿pero cómo voy a tener ese espacio para mí si no tengo tiempo? Así que hoy hablaremos justamente de eso, el tiempo.
Las mamás nunca tenemos tiempo
Comencemos siendo muy, pero muy realistas: las mamás nunca tenemos tiempo. Como te decía al principio, nuestra rutina de mujeres y madres nos mantiene ocupadas todo el día, incluso en muchas ocasiones haciendo “horas extras” en la noche, terminando pendientes que en el día no pudimos completar o decidimos dejarlos para después.
Estamos realmente tan ocupadas con todas nuestras responsabilidades y tareas por hacer, que es fácil caer y decir en automático que no tenemos tiempo. Lo sé porque yo también soy una mamá como cualquiera y muchas veces me encontraba diciendo esta frase. Ahora aún lo hago, pero con muchísima menor frecuencia que antes.
No tengo tiempo, pero puedo hacérmelo
Recuerdo que cuando me quejaba de no tener tiempo, había algunas personas que me decían: es que el tiempo no se tiene, el tiempo hay que hacérselo. Y yo pensaba: ¿cómo rayos me voy a hacer tiempo si no lo tengo? No tiene sentido. Pero sí, que tiene sentido y muchísimo. De la mano también va la frase: el que quiere, puede.
La mayoría de mi vida he sido una pesimista disfrazada de realista y no me daba cuenta. Para mí era más fácil y cómodo decir todas esas frases que comenzaban con una negativa: No puedo, No tengo tiempo, No es factible, No todo se puede, No sé cómo, No esto, No aquello. Pero un buen día, decidí intentar probar eso de “hacerme tiempo”.
Y es que en el caso de las mamás (o de las personas muy ocupadas), resulta que si no agendamos algo, es raro que encontremos el momento para hacerlo o incluso hasta se nos olvide por todos los demás pendientes que tenemos en la cabeza. Así que sí, aunque deseemos un día repentinamente tomar un descanso, lo ideal para que sí se cumpla es agendarlo.
¿Y luego? ¿A qué horas tendré mi tiempo para mamá?
Esto definitivamente dependerá de cada una, pues todas tenemos rutinas y horarios diferentes. Pero he encontrado que hay ciertos tiempos en los que muchas podemos coincidir, y tener así nuestro preciado tiempo para mamá.
Estos tres momentos son los siguientes: por la mañana antes de que despierten los niños, a media mañana (cuando los pequeños toman siesta o cuando los mayores van a la escuela) y en la noche, después de que se han dormido. Para quienes trabajan fuera de casa, el espacio de media mañana no es opción, pero tienen los otros dos “huecos” cuando los niños duermen.
Sé que todas estamos cansadas y eso de levantarnos más temprano de lo que ya lo hacemos o desvelarnos más no suena muy atractivo, pero lo cierto es que si te dedicas a hacer algo que te guste y te haga feliz, te sentirás mejor emocionalmente.
Si aún no tienes tiempo, pide ayuda
Muchas veces se nos cierra el mundo y pensamos que algo simplemente no es opcional (lo sé porque me ha pasado en diversas ocasiones), pero lo cierto es que hay otras maneras en las que podemos tener nuestro tiempo para mamá. La clave está en pedir ayuda.
Hay varias personas a las que podemos pedirles que nos apoyen con los niños una hora o dos, y así tomar nosotros ese necesitado tiempo para mamá: tu pareja, tu mamá, algún hermano/hermana, una amiga, algún familiar cercano, la vecina. Claro que debes tenerles confianza a todos y cada uno de ellos para dejarle a tus hijos, de lo contrario ni siquiera te sentirás cómoda haciéndolo.
En el último de los casos, siempre puedes buscar una niñera. Si dejamos a nuestros hijos para acudir a compromisos sociales y cumplir con otras personas, ¿por qué no hacerlo para nuestro tiempo para mamá? No es algo egoísta, simplemente estás dedicando un momento para cuidarte a ti, porque tú también eres prioridad y tu bienestar es igual de importante que el de tus hijos.
Yo creo firmemente que para que los niños estén bien, primero debemos estarlo nosotras. Una mamá que hace cosas que le ocasionan felicidad, que cuida su cuerpo o que se toma un par de horas para desconectar y relajarse, es una mamá más feliz, más paciente, más entusiasta.
¿Qué haces tú para poder tener tu tiempo para mamá?
Foto: Mujer con reloj en Shutterstock