Siete cosas por las que no debes sentirte culpable siendo mamá
En la vida, hay muchas cosas que nos hacen sentir un poquito de culpa, como romper la dieta o echar una mentirita blanca. Pero hay otras cosas, por las que no debes sentirte culpable ahora que ya eres mamá.
Existen ocasiones, en las que las mamás cargamos con muchas culpas que son generadas principalmente por la famosa presión social. Que si educamos de una forma u otra, que si elegimos alimentar a nuestros hijos con esto o aquello, que si por qué no los llevamos antes o después de tal edad a la escuela, que si por qué no están todo el tiempo como niños modelo. En fin. La relación entre las madres y la culpa es una de la que podría continuar hablando todo el día.
¿Pero saben qué? Ya basta. Como mamás tenemos muchas responsabilidades, muchos pendientes, muchos temas revoloteando todo el tiempo en nuestras cabezas, como para además, cargar con culpas o sentimientos de remordimiento por lo que puedan opinar los demás. Así que te comparto siete cosas por las que no debes sentirte culpable siendo mamá.
Ignorar los consejos ajenos
¿A quién no le han dado un consejo no pedido siendo mamá? Lo más común es que desde el momento en el que anunciamos nuestro embarazo, los opinólogos se hacen presentes y nos inundan con una lluvia de consejos y sugerencias para nuestro futuro papel como mamás. No es tu obligación escucharles ni seguir sus consejos, cada quien debe elegir lo que mejor funciona para su familia, sin culpas.
Dejar la casa para después
Si eres una mamá fanática de la limpieza, por favor sáltate este punto. No tengo nada en contra de esa forma de pensar pero probablemente no te gustará lo que voy a decir.
La casa puede esperar. No le va a pasar nada a la ropa limpia si no la doblas en el momento, ni tu casa se llenará de hormigas mutantes si dejas los platos sucios todo un día en el zinc (fregadero para las que no son del norte). Créeme, hay cosas mucho más importantes que tener la casa impecable, como cuidar de tus hijos o cuidar de ti misma. Así que si te sientes agobiada, deja la casa para después y date unos minutos para atenderte a ti.
Pasar un día (o dos o más) en pants y con un chongo despeinado
Ahora me odiarán las mamás que siempre andan arregladas pero bueno, algunas tienen habilidad y talento para unas cosas, y las demás para otras. Yo soy de las mamás que te dice: “no te descuides, no te olvides de ti”. Pero también soy de esas mamás que tiene días en los que no desea salir de casa y se pasa el día en ropa deportiva y con un chongo despeinado en la cabeza. La vida es muy corta para no vivirla cómodamente.
Hacer algo por y para ti, y disfrutarlo
Sé que no me para la boca con el famoso tiempo para mamá o mommy time, pero eso es autocuidado y absolutamente todas lo necesitamos. Y está bien hacerlo, ¿pero sabes qué es aún mejor? Hacerlo sin culpas y disfrutarlo de verdad. Así que anda, haz algo por y para ti y disfrútalo, que te lo mereces mamá.
“Escaparte” para tener tu tiempo a solas
Si eres una mamá como cualquiera, es probable que te hayas encontrado con días realmente agotadores, en los que lo único que pides es tener un respiro y un momento a solas. Escápate, yo te doy permiso. No tienes que irte muy lejos (ni recomiendo que lo hagas si estás sola con tus hijos, que luego no quiero que me acusen de andar fomentando el malamadrismo), pero algo tan sencillo como salirte unos minutos al jardín o irte al cuarto de al lado y escuchar una canción que te haga desconectar un par de minutos, puede hacer maravillas por ti.
No tener ganas de socializar
Voy a decirte algo que solo le he dicho a mis amigas que son madres y que sé que no me juzgarán: tener hijos es el mejor pretexto para escaparte de un lugar al que no quieres ir. Lo sé, sé que suena como si estuviéramos usando a nuestros hijos, pero la realidad es que en muchas ocasiones estamos tan cansadas por todas nuestras actividades maternales, que no tenemos ganas de salir a ningún lado. Y si lo piensan bien, en realidad sí rechazamos salidas “por” nuestros hijos, pero la gente suele ser mas comprensiva con un “no puedo por los niños” que con un “paso, estoy agotada por los niños”.
Abrazar “demasiado” a tus hijos
Y finalmente, algo por lo que nunca nunca de los nuncas debes sentirte culpable como mamá, es de abrazar demasiado a tus hijos. ¿Cuánto es demasiado? No sé y no me interesa. Abrázalos, porque crecen en un abrir y cerrar de ojos y no toda la vida se dejarán cobijar por los brazos empalagosos de mamá.
¿Te has sentido culpable por alguna de estas cosas? ¿Cuáles agregarías a la lista?
Foto de stock Mujer tomando té de Rido/Shutterstock